Meditaciones para hablar con dios

Hablar con Dios y la meditación son herramientas muy poderosas para crecer espiritualmente, y por consecuencia tener buenos resultados en tu vida diaria. En esta oportunidad queremos compartir un poco hacer de la relación entre estas dos frases «Hablar con Dios y Meditar»

Entendiendo que hablar con Dios se relaciona con lo que conocemos como oración, y la meditación un momento para pensar y analizar en algo específico, podemos decir que la meditación es necesaria en la oración ¿Por qué? A continuación ampliamos la respuesta.

Relación entre hablar con Dios y la meditación

 




Hablar con Dios aunque es literalmente eso al comienzo, con el tiempo debemos cuidar en no caer en una estructura donde solo nosotros hablamos. Cuando hablas con alguien, lo normal es que esa persona también hable. Sin embargo muchas veces nosotros creamos una estructura en la que hablamos y hablamos, hasta que culminamos, nos levantamos y nos vamos ¡Hablamos solo nosotros!

Una verdadera conversación va más allá de eso, pues es necesario que hables pero también que escuches. Es allí donde la meditación nos puede ayudar. Cuando ores comienza adorar, a dar gracias y por supuesto comienza hablar con Dios haciendo que conozca tus necesidades por medio de tu boca. Al terminar no te vayas, espera un momento y comienza a meditar.

Es allí donde Dios comenzará hablar, incluso no es necesario que lo hagas al finalizar, puedes hacerlo incluso en medio de la oración. Vas a ver como con el tiempo te llegaran cosas en la mente, instrucciones, consejos, consuelo… y muchas cosas más como respuesta a tu adoración.

 

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Medita acerca de lo que has aprendido

Por otro lado, la oración también es un buen momento para meditar acerca de todo lo que has aprendido. Si tuviste en un servicio donde se compartió la palabra, no solo medites junto a tus amigos y familiares, aunque es importante hacerlo.

Pero también en oración medita junto a Dios, dile que quieres que eso se convierta en vida en ti, que te ayude y de consejos para cumplir con esa palabra. Y vuelvo y repito, no solo hables, toma un tiempo de silencio e imagina que Él está allí dándote un abrazo y palabras de aliento.

Esto es la verdadera oración y relación íntima. Donde hablar con Dios no es solo hablar sino también escuchar y recibir lo que Él tiene para ti.

¿Por qué meditar en la oración?

Porque escuchas la voz de Dios, recibes consejos que te van ayudar a salir de situaciones difícil, te da respuesta a muchas preguntas, recibes fuerzas, consuelo… y muchas cosas más. De esta manera la hora de hablar con Dios no se vuelve monótona, porque Dios siempre tiene algo diferente para entregarte.

Así que no pierdas tiempo, porque si entras en comunión íntima con Dios estoy seguro que vas a tener experiencias gloriosas y sobrenaturales, vas a ver como el cielo se manifiesta en la tierra de forma sobrenatural. No pierdas tiempo, comienza ahora mismo, habla con Dios y medita ¡Ocurrirán cosas grandiosas!

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